Superheroalert: 5 Maneras de ayudar a #PuertoRico HOY! #Dogood través @VargasVidot @BillyTaub & @PonceHealthSU

ORIGINAL ESPAÑOLA

Vivimos en un mundo complicado. Ustedes reciben un diploma que se convierte de inmediato en un emplazamiento moral, en una factura por cobrar, en un dilema ético. Y en que consiste?

Este dilema ético consiste en el desafío de escoger entre la gente y usted. Por delante les queda todavía unos cuantos años de una extraña combinación de retos y lamentos—todavía el sistema no los va a soltar a la realidad desprotegida de las paredes fuera del claustro académico. Todavía le quedan años de pasar o no pasar entre los cuales serán enfrentados en forma escalonada con las obscuras realidades que ensombrecen a la medina de hoy en día.

Antes aspirábamos a tener un pequeño maletín negro que no necesitaba bata blanca o nombres de prestigiosas universidades o centros medicos. Era un maletín negro incomodo para guardar las herramientas de rigor, pero con suficiente espacio para tener las herramientas que nos conectaban con la vulnerabilidad del prójimo. El pequeño pero venerado maletín del medico era símbolo de tantos sueños de esperanza, y cuando se llegaba a una casa las personas hasta buscaban donde situar este maravilloso icono de humildad y de reconciliación.

(cuando el Dr.. Vargas contó esta historia en el escenario, nos habló de que cuando era un niño pequeño, y el médico llegó a su casa, Lo obligaron a moverse de su silla por lo que el pequeño bolso médico negro tenía un lugar para sentarse, que no podía estar en el piso! Él nos divirtió con historias de la famosa, médico altamente estimada que todavía saludó respetuosamente / saludó a su pobre, abuela de clase baja cuando se aprobó en la calle. Dr.. Vargas y luego nos dijeron que el logro de ese pequeño bolso del doctor negro no se esperaba para un chico como él. Cuando le dijo a su médico que quería ejercer la medicina cuando creció, el médico le pidió, “Lo que son de barrio, chico?”Al oír el Dr.. respuesta de Vargas, el médico movió la cabeza. “Debe tener en cuenta de enfermería en su lugar.”)

Mi papa, un hombre trabajado, aspiraba, mas que a otra cosa, a regalarme ese pequeño maletín en donde cabina tantas ilusiones, en donde no sabia un pet scan o un sofisticado lap top con miles de digas capaces de transportarnos a la medicina moderna pero tristemente desafiliandonos de la mas intima relación de transmutación con la persona que requiere mis servicios. Y hoy ganamos diplomas y reconocimientos que definitivamente son la mas intensa manifestación de tus logros, pero de ahi, en adelante, el maletincito se perdió en la inmensa complejidad irreducible de los que hoy es la medicina.

La sociedad espera grandes cosas de ustedes, pero las mas excelsas, las de mas transcendencia, las virtudes que este mundo hastiado de burocracia, pedantería e indiferencia basada en la ambición de protagonismos, espera, es que tu seas tu, es que puedas ademas de haber memorizado miles de algoritmos diagnósticos, puedas abrir el mas importante espacio de tu corazón, de tus emociones para recibir con solidaridad amorosa a prójimo.

(En este punto, Dr.. Vargas nos contó una historia acerca de una de sus misiones a Guatemala. Estaba corriendo una clínica de los niños, y los reporteros llegaron por entrevistar a uno de los muchachos que había examinado y tratado. Corrió hasta la cámara de explicarles, con gran orgullo, todo lo que había hecho por el niño, pero dijeron, "no, dejar que el niño habla.”Así que le preguntaron al niño, “¿Qué hizo el médico para usted?”El niño permaneció en silencio, y el Dr.. Vargas se hizo hincapié: el niño no habló de la forma en que escuchó el corazón del chico y se examina el abdomen y se encontró el medicamento correcto, y en su lugar se quedó allí, silenciosamente. “¿El médico hace nada para usted?”

“Él me hizo sonreír,”Dijo el niño.

Eso fue lo que el paciente quería.

“En cambio,”O en otra parte, Dr.. Vargas nos dijo de un médico de urgencias apresurado que dijeron los pulmones del paciente eran claras ... y el paciente se veía, y se dio cuenta que el médico no tenía ni siquiera el estetoscopio en sus oídos. Fue este un problema de un sistema que hace trabajar demasiado el médico en nombre de una mayor remuneración, hasta el agotamiento? Fue este un problema de un individuo que en ese sistema que no funciona ya no tenía el corazón para cuidar? Fue este el futuro que el médico, sentado en esa audiencia, se convertiría? O tendríamos nuestros estetoscopios en nuestros oídos, y escucha?)

Los haitianos que fueron parte de mi misión en Haiti a tres o cuatro meses de su tragedia, parecían alegres y se proponían con verdadera pasión volver a soñar, ya mi me resoluto extraña esa actitud tan alegre cuando todavía el mundo lloraba el terremoto. Ante mis preguntas, preocupado de que sus alegrías fueran interpretados como insensibilidad, fueron contestadas de la siguiente forma,

“Nosotros los haitianos hemos sufrido siempre, mucho antes del terremoto, ya sufríamos y a través del tiempo aprendimos a superar el dolor rápidamente porque de lo contrario el dolor nos mataría. Y la forma en que lo hemos logrado es cargando muy poco. Y le damas las gracias por lo que usted nos enseña, porque el día en que ustedes tengan que pasar por lo que nosotros pasamos, les va a ser imposible levantarse, porque ustedes cargan mucho, porque ustedes dependen de tantas cosas, porque ustedes le llaman éxito a tener lo que no necesitan.”

Antes el medico solo necesitaba una pequeña maleta, porque la mas grande virtud, la cargaban en su alma, en su espíritu de servicio, en su humildad y entrega.

Hoy ustedes están obligados a ser la mas revolucionaria transición entre una medicina que los viejos hemos prostituido convirtiéndola en una vergonzosa medicina corporativa, y la necesidad de regresar alas raíces solidarias de esta noble profesión. Recuerde la nobleza de nuestra clase no ni residía en el pasado en la maleta negra, ni en el presente reside en la brillante bata blanca, ni en el futuro inmediato residirá en una tecnología que desafía el ciclo natural del humano; la nobleza de nuestra clase reside en los actos nobles que usted logre evidencia en su conducta profesional y personal.

Los niveles de depresión, ansiedad, el alcoholismo, y el uso de drogas, e inclusive el suicidio y el rompimiento de familias por divorcio es una realidad que sirve de contra punto paradójico a la ilusión de que el medico es el mejor que esta. Es a ustedes a quienes les toca volver a encontrar una senda de paz que sin rechazar la ciencia y los avances, pueda devolver al medico la sencillez del maletincito negro.

Y create, la inversion en el bien no es una característica de los débiles—es la virtud de los verdaderamente fuertes. Los vientos de futuro soplan hacia la incertidumbre y es en esos vientos en donde usted debe de navegar su nave. Le puedo garantizar, como dice Facundo Cabral que, “lo que se pierde en nombre, se gana en eternidad.”

El amor que nos trajo, es el que nos va a permitir sobrevivir.

Ustedes no reciben mete diploma gratuitamente—este diploma es un contrato social en el que usted debe, por encima de cualquier cosa, redimir la mediocridad del pasado, abriendo puertas de esperanza, entendiendo que no es necesario cargar mucho. Nuestro maletín es interno con intension de brillar a lo externo.

Seamos la puerta al amor, seamos el candado que encierra a la desesperanza; el Dr. Izquierdo Mora, mi maestro, decía que mas que un buen medico, seamos un medico bueno. Seamos buenos, no perdamos la capacidad de indignarnos, no perdamos la capacidad de soñar, no perdamos la capacidad de alcanzar el camino que en la sencillez nos devuelve al principio del amor.

Hagamos sonreír.

~ Jose Vargas Vidot

Traducción: Inglés loose

Vivimos en un mundo complicado. Recibe un diploma que se convierte inmediatamente en un nivel moral, una factura por cobrar, un dilema ético. Y ¿en qué consiste de?

Este dilema ético consiste en el desafío de elegir entre el pueblo y usted mismo. Por delante todavía hay un par de años que quedan de esta extraña combinación de desafíos y remordimientos–el sistema no le permite sin embargo en la realidad sin protección fuera de las paredes del claustro académico. Todavía hay años para pasar o no pasar antes de quedar enfrentado de una manera asombrosa con las realidades oscuras que ensombrecen la medicina actual.

Antes de que aspiraba a tener un pequeño maletín negro que no necesitaba un abrigo o nombres de universidades de prestigio o centros médicos blanco. Fue un caso negro incómodo para mantener las herramientas de rigor, pero con espacio suficiente para tener las herramientas que nos conectan con la vulnerabilidad de los demás. pequeña pero venerado maletín del médico era un símbolo de tantos sueños de esperanza, y cuando la gente llegó a una casa que incluso abandonaron sus asientos por este maravilloso icono de la humildad y la reconciliación.

(cuando el Dr.. Vargas contó esta historia en el escenario, nos habló de que cuando era un niño pequeño, y el médico llegó a su casa, Lo obligaron a moverse de su silla por lo que el pequeño bolso médico negro tenía un lugar para sentarse, que no podía estar en el piso! Él nos divirtió con historias de la famosa, médico altamente estimada que todavía saludó respetuosamente / saludó a su pobre, abuela de clase baja cuando se aprobó en la calle. Dr.. Vargas y luego nos dijeron que el logro de ese pequeño bolso del doctor negro no se esperaba para un chico como él. Cuando le dijo a su médico que quería ejercer la medicina cuando creció, el médico le pidió, “Lo que son de barrio, chico?”Al oír el Dr.. respuesta de Vargas, el médico movió la cabeza. “Debe tener en cuenta de enfermería en su lugar.”)

Mi padre, un hombre de trabajo, aspirado más que cualquier otra cosa que me diera ese pequeño maletín donde tenía tantas ilusiones, en el que no sé una exploración del animal doméstico o un ordenador portátil sofisticada con miles de gigas capaces de transportarnos a la medicina moderna–pero lamentablemente nos desafiliación de la relación más íntima de la transmutación con la persona que requiere nuestros servicios. Hoy ganamos diplomas y reconocimientos que son, sin duda una manifestación intensa de sus logros, pero temo maletín se ha perdido en la inmensa complejidad irreductible de lo que hoy es la medicina.

La sociedad espera grandes cosas de usted, pero los más exaltados, las virtudes más trascendentes, los que este mundo realmente espera como su quemadas por la burocracia, la pedantería y la indiferencia basado en la ambición de prominencia–la mayor virtud es que mientras que memorizar miles de algoritmos de diagnóstico, también puede abrir el espacio más importante de tu corazón, de sus emociones, para recibir su vecino con la solidaridad amorosa.

(En este punto, Dr.. Vargas nos contó una historia acerca de una de sus misiones a Guatemala. Estaba corriendo una clínica de los niños, y los reporteros llegaron por entrevistar a uno de los muchachos que había examinado y tratado. Corrió hasta la cámara de explicarles, con gran orgullo, todo lo que había hecho por el niño, pero dijeron, "no, dejar que el niño habla.”Así que le preguntaron al niño, “¿Qué hizo el médico para usted?”El niño permaneció en silencio, y el Dr.. Vargas se hizo hincapié: el niño no habló de la forma en que escuchó el corazón del chico y se examina el abdomen y se encontró el medicamento correcto, y en su lugar se quedó allí, silenciosamente. “¿El médico hace nada para usted?”

“Él me hizo sonreír,”Dijo el niño.

Eso fue lo que el paciente quería.

“En cambio,”O en otra parte, Dr.. Vargas nos dijo de un médico de urgencias apresurado que dijeron los pulmones del paciente eran claras ... y el paciente se veía, y se dio cuenta que el médico no tenía ni siquiera el estetoscopio en sus oídos. Fue este un problema de un sistema que hace trabajar demasiado el médico en nombre de una mayor remuneración, hasta el agotamiento? Fue este un problema de un individuo que en ese sistema que no funciona ya no tenía el corazón para cuidar? Fue este el futuro que el médico, sentado en esa audiencia, se convertiría? O tendríamos nuestros estetoscopios en nuestros oídos, y escucha?)

Los haitianos que eran parte de mi misión en Haití tres o cuatro meses después de su tragedia parecía feliz y propuesto con verdadera pasión a soñar de nuevo, y esa actitud feliz me pareció extraño cuando la tierra seguía llorando sobre el terremoto. Les pregunté, preocupados de que sus alegrías serían interpretadas como insensibilidad. Ellos respondieron:

“Nosotros, los haitianos siempre han sufrido, mucho antes del terremoto; que ya han sufrido y con el tiempo hemos aprendido a superar el dolor rápidamente, porque de lo contrario el dolor nos mataría. Y la forma en que hemos logrado es mediante la realización de muy poco. Y te damos gracias por lo que nos enseñan, porque el día que tenga que pasar por lo que pasamos, será imposible para que te levantes, debido a que lleva un montón, porque depende de muchas cosas, porque se llame el éxito de tener lo que no es necesario.”

Antes de que el médico sólo necesita una pequeña maleta, debido a que la mayor virtud, cargado en su alma, era su espíritu de servicio, en su humildad y dedicación.

Hoy en día se está obligado a ver la transición más revolucionario entre un medicamento que nosotros, las personas de edad han prostituido, convirtiéndolo en una medicina corporativa vergonzosa, y la necesidad de volver a las raíces de la solidaridad de esta noble profesión. Recuerde que la nobleza de nuestra clase, no hayan residido en el pasado en la maleta negro, ni en el presente reside en la capa de color blanco brillante, ni en el futuro inmediato va a residir en una tecnología que desafía el ciclo natural de la vida humana; La nobleza de nuestra clase radica en los actos nobles que lograr, evidenciado por su conducta profesional y personal. Los niveles de depresión, ansiedad, alcoholismo, el consumo de drogas, suicidio, y el divorcio entre los médicos sirve como contrapunto paradójica a la ilusión de que el camino del médico es la mejor. Depende de usted para encontrar un camino de paz, hasta que sin rechazar la ciencia y los avances, puede volver a la simplicidad de la pequeña maleta de color negro.

Y créanme, la inversión en el bien no es una característica de los débiles es la virtud de los verdaderamente fuertes. Los futuros vientos soplan hacia la incertidumbre y es en esos vientos en el que debe navegar su barco. Puedo garantizar, Facundo Cabral dice que el, que “lo que se pierde en el nombre, se gana en la eternidad.”

El amor que nos ha traído hasta aquí es el que nos va a permitir sobrevivir.

No se recibe un diploma por libre de este diploma es un contrato social en el que debe, sobre todo, redimir a la mediocridad del pasado, la apertura de puertas de la esperanza, entendiendo que no es necesario llevar mucho. Nuestra cartera es interna con la intención de brillar externamente.

Vamos a ser la puerta al amor, seamos la cerradura que asegure la desesperación; Dr.. Izquierdo Mora, mi profesor, dijo que más de convertirse en una “buen medico”–o buen médico–tenemos que ser una “medico bueno”–un médico que es bueno. Vamos a ser buenos, no vamos a perder la capacidad de indignarse, no perdamos la capacidad de soñar, no perdamos la capacidad de alcanzar el camino que con sencillez nos devuelve al principio del amor.

Hagamos sonrisas.

~ Jose Vargas Vidot